El
nombre viene de que el movimiento básico que promueve esta metodología consiste
en sacar la teoría de la clase para ocuparla con la realización de los
ejercicios, es decir, lo contrario a lo que hacemos en una clase tradicional.
Teoría en casa y “deberes” en el aula. De esta forma, el profesor le puede
dedicar más tiempo a resolver dudas y a guiar a los estudiantes por las
aplicaciones prácticas de los contenidos. El nombre que le dio originariamente
Mazur, la educación entre pares nos desvela el que probablemente sea el cambio
más importante que conlleva, que consiste en una repartición novedosa de las
responsabilidades del aprendizaje, que recaen más claramente en quien aprende.
El estudiante es el agente más activo no solo en lo que toca a obligaciones,
sino también a derechos. Él elige el ritmo, el momento y el modo en que realiza
el aprendizaje. Eso nos deja a los profesores con un papel de guías o
asistentes de ese proceso que ellos están llevando a cabo.
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