A
continuación queremos destacar los beneficios destacables de esta práctica
educativa que algunos denominan “la clase al revés”
- Permite a los docentes dedicar más tiempo a la atención a la diversidad.
- Es una oportunidad para que el profesorado pueda compartir información y conocimiento entre sí, con el alumnado, las familias y la comunidad.
- Proporciona al alumnado la posibilidad de volver a acceder a los mejores contenidos generados o facilitados por sus profesores.
- Crea un ambiente de aprendizaje colaborativo en el aula.
- Involucra a las familias desde el inicio del proceso de aprendizaje.
Cuando los docentes diseñan y publican una lección
online para ser consultada con antelación, el tiempo de clase se libera y con
ello se gana tiempo para facilitar la participación de los estudiantes.
Damos espacio y tiempo al aprendizaje activo a través de preguntas, discusiones
y actividades aplicadas que fomentan la exploración, la articulación y
aplicación de ideas. Estrategias que otrora han sido condimentos para la clase
como la hemos conocido siempre.
De alguna manera el flipped classroom nos muestra
que sí hay opciones para conducir la clase de otro modo, sin las limitaciones
de tiempo que tantas veces desfavorecen la dinámica de una clase integral,
sobre todo en grupos numerosos. Ahora bien, corresponde planificar la
instrucción con uno de los recursos más delicados a favor: el tiempo. Deja
la puerta abierta al desarrollo de estrategias de aprendizaje que enfatizan en
lo conversacional, lo procedimental… aplicando lo conceptual que ya el alumno
trae de casa.